De regreso a la realidad. Llegar a Chile fue como vivir un sueño, un cuento de Hadas y despertar tranquilo, en un lugar seguro, sin tormentos. La meta se cumplió, lo celebramos y ahora hay que seguir trabajando y gozando de esta maravillosa posibilidad que nos da la vida. Llegamos muy bien a Santiago y luego a Osorno.
El invierno más frío de los últimos 40 años no impidió que sintiera una enorme alegría de regresar a mi hogar. El Senador y ex Presidente Frei y el Diputado Espinoza en el mismo avión, un vecino en el aeropuerto, “Coteto” esperando para llevar las maletas en la camioneta de INIA. Todo era conocido, más de lo que estaba acostumbrado, pero ahora eso me hacía más feliz que nunca. Al llegar a la casa mis hijitos tenían una linda sorpresa. Fotos pegadas en las paredes de su viaje a Barcelona y una rica once con palta (que allá tenía que llamar aguacate), queso del sur chileno y pan de la Panadería Estrella calentito. También tenían carne al jugo con papas cocidas. 
Eso fue el comienzo de un festín de comida que siguió al día siguiente en el cumpleaños de mi mamá, (en la foto está ella sacando tortillas recién hechas del horno). En esos días comimos ostras, carnes de todo tipo y una serie de manjares que no pude resistir y que me tuvieron 2 días en cama, enfermo del estómago, jajajaja. Una vez recuperado, amigos y colegas de la Lore me dieron el honor de asar unas ricas carnes osorninas en el Quincho de Víctor y Sandra, que realmente está muy bien equipado.
Al sentarme a escribir esta última entrada de mi blog, recuerdo uno de los cientos de e-mails que me escribieron desde acá. Uno de mi colega y amigo Juan Carlos Dumont en el que me instaba a seguir atrapando lo que más pueda de esta maravillosa vida. JC es un filósofo, pero también pone en práctica –con su particular estilo- estas sabias palabras, aprovechando cada minuto al máximo, porque uno nunca sabe lo que pasará mañana.“Carpe Diem”, la frase latina que acuñó el poeta romano Horacio, es lo que mejor resume mi estadía en Europa. Y aunque me costó asumirlo al comienzo, disfruté mucho. Tuve tiempo para pensar, para reflexionar, para extrañar y valorar lo que tengo, lo que he sembrado y lo que somos como familia.
Hice decenas de amigos muy buenos con los que seguiré en contacto. Gané en experiencia, conocimientos, vivencias, pude comparar y ahora tengo una imagen propia de las cosas, lo que me da mayor libertad de pensamiento y de acción.
Al final, gracias es todo lo que puedo decir a los que me apoyaron, en especial a mi esposa Lorena que es la verdadera heroína de esta historia. Por lo menos en el sueño que yo tuve y que en estos meses se hizo realidad, ella era la protagonista, siempre a mi lado, luchando y disfrutando cada día como los que mejor saben hacerlo. Mis hijos, mis padres, amigos más cercanos, todos unidos por un sueño que ya terminó, pero que quedará para siempre en mi memoria y la de todos los que lo vivimos.Con esto cierro este ciclo, este blog que me ayudó mucho y que me servirá para recordar los principales hechos que marcaron mi vida en Barcelona y Europa durante casi 9 meses de mi vida.
Si nos pidieran definir la palabra lujuria, simplemente tendríamos que describir lo que significa asistir a San Fermín en Pamplona (España).
Este fin de semana hice una breve pasada por Amsterdam para conocer este país donde las drogas y la prostitución son legales y no sólo eso: es también la ciudad con más bicicletas del mundo. 
Publiqué esta foto donde sale mi padre, mi hermano Lalo y yo, con la Camila, la Sofi y mi esposa Lorena, no sólo porque quiero volver y encontrarme con un letrero que diga: Bienvenido a Chile, sino porque mañana se celebra el Día del Padre.
Luego caminamos por los Campos Eliseos hasta el Museo de Louvre.
Acá sale Ale Mohr (amiga del Mauro de Osorno) y lógicamente nuestro amigo Mauricio.
El Museo de Louvre. Y esa especie de Pirámide que sale en la peli El Código de Da Vinci.
Luego fuimos al Teatro de la Opera. Esta es una vista del frontis de noche.
El segundo día nos levantamos tipo 9 de la mañana.
Fuimos a la Torre Eiffel que, entre paréntesis, es enorme. Es increíble acercarse y luego estar debajo de esta gran obra de fierro.
Luego caminando por el Sena hasta la catedral de Notre-Dame.
Acá se puede ver el Sena y arriba a la izquierda la catedral de Notre-Dame.
Por la tarde fuimos al barrio de Montmartre. Esta es una vista desde la iglesia del Sagrado Corazón, arriba del todo, como dicen acá.
En esta foto estamos con unos jóvenes alemanes con los que compartimos un rato muy agradable en los jardines de MontMartre.
Y cómo no. Una foto frente al Moulin Rouge junto a mi compañero de viaje.
