El Smart nació como consecuencia de la colaboración entre Mercedes Benz y los creadores de los relojes Swatch que, en plena euforia del éxito conseguido, pensaron que el principio de fabricar relojes muy baratos empleando materiales económicos como el plástico, se podía traspasar al automóvil. No fue tan sencilo sobre todo por la seguridad de los autos y por eso se salieron de la sociedad.Mercedes, sin embargo, siguió adelante teniendo en cuenta que este microcoche puede ayudarles a reducir la media de emisiones de su gama, de cara al compromiso adquirido con la Unión Europea de no superar los 140 gramos de CO2 por kilómetro.
En estos días, en su segundo acto en el escenario que ofrece el mercado automotriz europeo, se exhibió en España la segunda generación del Smart ForTwo, modelo biplaza con el que la marca perteneciente a Mercedes se juega la supervivencia.
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